Cuando en un día pleno de sol todos los chicos están jugando afuera, menos el nuestro, esto está indicando que, la conducta de nuestro niño ha cambiado, desea ver televisión y en ocasiones se vuelve más irrespetuoso, quiere decir que algo le está ocurriendo.
Es probable que nuestro niño esté deprimido, la depresión de un niño es diferente a la de una persona adulto, una de las conjeturas se debe a un hecho concreto, puede ser la muerte de un familiar o la mudanza a un nuevo barrio o quizás pueda empezar sin ninguna advertencia. Es muy importante que los padres sepan reconocer las señales, además de manifestaciones de tristeza. Algunos síntomas a los que prestar atención:
Un cambio de personalidad, ¿su hijo es sociable, se ha vuelto tímido e introvertido? ¿Antes era callado y ahora es escandaloso y en ocasiones parece fuera de control?
Comportamiento o dibujos violentos, si el niño se lastima, si se hace cortes en los brazos o en las piernas, busque inmediatamente ayuda.
Nuevos hábitos alimenticios, ¿su hijo no tiene deseos de comer? ¿O come más de lo habitual?
Si usted advierte cualquiera de estos síntomas, visite a un pediatra, a un psicólogo infantil o concurra a un centro de salud mental. El tratamiento podría incluir terapia, medicación o ambos. “A algunos papás les provoca vergüenza la depresión y no logran entender el tratamiento, pero esta será la manera correcta y segura para que la salud mental del niño tenga una mejoría.