¿Qué es la Blefaroplastia?

Es un procedimiento quirúrgico de cirugía estética para corregir las bolsas palpebrales, la flacidez o el exceso de piel palpebral o ambas al mismo tiempo. El acceso a las bolsas de grasa en párpados inferiores, en ausencia de flacidez cutánea, puede hacerse por vía transconjuntival, por la cara interna del párpado, sin cicatrices externas.

Cuando hay que corregir flacidez o arrugas de la piel, con o sin bolsas, es necesario practicar una incisión justo por debajo de las pestañas, que se prolonga levemente por el ángulo externo del ojo, siguiendo las arrugas de la “pata de gallo”. Se extirpa la grasa sobrante responsable de las bolsas y se tensa la piel hacia afuera para eliminar la flacidez. La extirpación de piel, caso de que se considere necesaria, ha de ser extremadamente prudente.

La incisión en el párpado superior se localiza en la línea del pliegue que forma al elevarse. Se extirpan las bolsas de grasa y la piel en exceso.

La intervención suele practicarse bajo anestesia local y sedación anestésica.

Es aconsejable un vendaje suave de los ojos durante unas horas para evitar una hinchazón excesiva, así como protegerlos de la falta de humedad y la luz intensa. Las equimosis (morados) y el edema (hinchazón) duran entre unos días y algunas semanas. El drenaje linfático manual es aconsejable para acortar la duración del postoperatorio.

Las cicatrices palpebrales son muy agradecidas y raramente son visibles.

Entre los riesgos específicos de la operación de blefaroplastia destaca el ectropion o retracción hacia abajo del párpado inferior, con exposición excesiva del globo ocular y molestias por la sequedad. Es excepcional, puede deberse a un exceso mínimo de extirpación de piel y requiere una intervención para corregirla.