La otoplastia es el conjunto de técnicas de cirugía plástica con el objetivo de corregir la deformidad de los pabellones auriculares, y entre ellas la más frecuente: las orejas abiertas, de soplillo o en asa.
Según el tipo y el grado de deformidad pueden utilizarse distintas técnicas quirúrgicas o una combinación de ellas, para modificar la curvatura del cartílago auricular y dar forma correcta a la oreja.
A partir de la pubertad puede operarse bajo anestesia local ambulatoria. Aunque hay quien aconseja operar entre los 4 y los 8 años, a esas edades requiere anestesia general, lo que incrementa el riesgo.
Por ello, y puesto que a estas edades tempranas suelen estar más acomplejados los padres que el propio niño, el cirujano plástico desaconseja practicarla antes de que el paciente lo solicite por sí mismo y preferiblemente en condiciones de soportarla bajo anestesia local, o al menos que la afectación de la relación con su entorno le haga comprender y aceptar la intervención y su postoperatorio.
En general precisa una protección mediante una cinta o vendaje durante unos días.