El cabello es una parte esencial del ser humano porque determina de forma decisiva su apariencia. Estimula la fantasía, es considerado como erótico e incluso como símbolo sexual.
Cerca de 100.000 pelos crecen en la cabeza de una persona, unos 120 por centímetro cuadrado; pero hay diferencias. Las personas rubias tienen más, hasta 140.000. Los pelirrojos tienen una menor cantidad, más o menos 80.000.
Uno de los champús más adecuados para mantener el pelo limpio son los que cuentan con ceras frutales naturales. Las ceras forman una película protectora sobre el cabello contra factores como el agua, el sol, el viento, la polución, el secador, etc. y evitan que este pierda humedad.
El champú limpia el cabello al abrir la cutícula y eliminar las células muertas e impurezas que se acumulan en el cuero cabelludo y en el cabello. El cabello áspero, que se ensucia cada 4 o 5 días, necesita un champú para cabello seco. El cabello negro requiere un champú con base de extracto de casis. Los cabellos delgados requieren un champú suave formulado con manzanilla.
Muchas personas consideran que no es necesario aplicarse nada después del champú, especialmente los hombres. Sin embargo, la mayoría de las mujeres saben que no utilizar un acondicionador después del champú es como salir sin ropa o exponerse al sol sin aplicarse bronceador.
Siempre que sea posible lo ideal es dejar secar el cabello al aire libre. Si es necesario utilizar el secador, primero se debe absorber el exceso de agua con una toalla. El secador debe utilizarse al nivel de calor y velocidad más bajo y mantenerlo siempre en movimiento.
Para secar el cabello tome una toalla limpia y presiónela suavemente contra su cabeza para eliminar el exceso de agua. No sacuda su pelo contra la toalla ni lo frote.